2.1. Introducción a la nanomedicina

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La introducción de la nanotecnología en el ámbito de la salud ha permitido el desarrollo de una nueva disciplina científica conocida como nanomedicina.

Debido al hecho de que ciertas macromoléculas biológicas primordiales en el funcionamiento de los seres vivos, como el ADN o las proteínas, se localicen en el rango de escala del nanómetro va a posibilitar la interacción a nivel celular entre los dispositivos y materiales nanométricos con distintos componentes del cuerpo humano. Este hecho propicia el descubrimiento de nuevas perspectivas de avance en medicina.

Ciertas predicciones que se llegaron a aventurar en las primeras etapas de la nanotecnología continúan siendo ciencia ficción. Es el caso de los “nanobots” que nos defenderían de ataques de microorganismos externos y curarían de manera selectiva ciertas lesiones y tejidos dañados.
Imaginarios nanobots en el torrente sanguíneo
Sin embargo, sí se han realizado importantes avances en el desarrollo de nanoestructuras que incorporan distintas funcionalidades que desempeñan funciones “similares” a las que harían los supuestos nanobots.

El continuo incremento de las enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares, la diabetes o el cáncer obliga a investigar métodos terapéuticos y de diagnóstico que sean más sencillos, rápidos y precisos que los que contamos en la actualidad, disminuyendo al mismo tiempo los costes involucrados.
La nanomedicina augura solucionar algunos de estos problemas mediante el diagnóstico de las enfermedades en sus etapas tempranas de desarrollo, el tratamiento individualizado del paciente o la capacidad de regenerar tejidos y órganos dañados.

La nanomedicina se va a centrar en tres grandes ramas: métodos de diagnóstico, sistemas de liberación de fármacos y medicina regenerativa.
Campos de aplicación de la nanomedicina
Los métodos de nanodiagnóstico que se dividen en sistemas de análisis e imagen permiten detectar la aparición de enfermedades, tanto in vitro como in vivo, de manera precoz y de este modo actuar sobre ella con un tratamiento que cause el menor daño posible al resto del organismo.
En los análisis de muestras extraídas del paciente así como en el diagnóstico por imagen, la nanomedicina contribuye a una detección más específica, rápida y eficaz en una fase cada vez más temprana de la enfermedad (a escala molecular y celular) ofreciendo así mayores posibilidades de curación.
La nanomedicina presenta también importantes novedades en la liberación controlada de fármacos, los cuales se van a dirigir de forma selectiva a aquellas zonas y células afectadas para lograr un tratamiento más efectivo, con una dosis menor y minimizando los efectos secundarios.
Además, estos sistemas protegen al fármaco de ser degradados antes de llegar a su destino permitiéndoles, de esta manera, la administración de medicamentos poco solubles o que no pueden suministrarse por las vías convencionales.
Por último, mediante las terapias génicas y celulares, biomateriales, ingeniería de tejidos y herramientas nanotecnológicas, la nanomedicina regenerativa va a potenciar los mecanismos de reparación de tejidos y órganos que el propio cuerpo humano dispone de modo natural y que en ocasiones no son suficientes para el total restablecimiento del organismo.


Fuentes: Informe de vigilancia tecnológica: nanomedicina. Fundación para el conocimiento madri+d CEIMJosé Manuel González, Marta López, 
              Gema Ruiz.
              Nanomedicina: aplicación de la nanotecnología en la salud. Laura M. Lechuga.Grupo de Nanobiosensores y Aplicaciones Bioanalíticas
              Centro de Investigación en Nanociencia y Nanotecnología (CIN2). CSIC
              Fundación española para la ciencia y la tecnología (FECYT). Nanociencia y nanotecnología. Entre la ciencia ficción del presente 
              y la tecnología del futuro, 2009.


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