En épocas pasadas, la investigación de nuevos fármacos se realizaba de manera muy diferente a como se lleva a cabo hoy en día. Muchos de ellos eran simples remedios caseros que se transmitían de generación en generación y la gran mayoría descubiertos por accidente. Es el caso de uno de los antibióticos más famosos: la penicilina.
En 1928, Alexander Fleming observó que un cultivo de bacterias estafilococos que estaba estudiando se contaminó con cierto hongo (penicillium) y cómo el área alrededor de dichos hongos se encontraba libre de esas bacterias. Fue posteriormente Howard Florey quien se dio cuenta del tremendo potencial de la penicilina al aplicarla a soldados heridos durante la II Guerra Mundial.
Aunque de manera mucho menos común, descubrimientos de este tipo todavía ocurren hoy en día, si bien es cierto que sin el enorme impacto que tuvo la penicilina en su tiempo. Actualmente, se sigue un procedimiento más metódico que involucra industrias, investigaciones universitarias, agencias gubernamentales e incluso organizaciones filantrópicas. El desarrollo de medicamentos comienza con el descubrimiento de nuevos fármacos, el cual, se inicia con un número aproximado de 10.000 candidatos potenciales en el que se descartarán 9.999 hasta obtener el mejor de todos ellos, que poseerá el equilibrio más adecuado entre eficacia y seguridad. Esta fase de investigación puede desglosarse, a su vez, en cuatro etapas:
▣ Prefase de investigación de la enfermedad sobre la que actuará el futuro medicamento.
▣ Identificar una diana de la enfermedad sobre la que se adhiera el fármaco (denominada diana o blanco biológico o terapéutico).
▣ Cribado de los compuestos químicos que actúen sobre estas dianas terapéuticas.
▣ Optimizar estos compuestos hasta producir el principal candidato.
FASE PREVIA DE INVESTIGACIÓN
Como has podido comprobar en mi anterior entrada de esta sección, el desarrollo de medicamentos implica un amplio proceso que conlleva un alto coste, tanto en esfuerzo humano como en inversión económica; podrás imaginar, en consecuencia, que antes de embarcarse en el descubrimiento de fármacos es necesario plantearse y resolver un conjunto de preguntas sin las cuales se estaría condenado, sin duda, al fracaso en las investigaciones. Debe, por tanto, poseerse una serie de criterios acerca de los siguientes puntos:
▣ Cuáles son las necesidades médicas no cubiertas en la actualidad, qué droga puede desarrollarse que permita plantear una solución a una enfermedad cuya curación no existe o su tratamiento es deficitario en estos momentos.
▣ Tener amplios conocimientos acerca de esa enfermedad sobre la que el futuro fármaco actuará, lo cual incluye desvelar las causas fundamentales que la originan, lo que no es siempre trivial.
▣ Cuáles de nuestros genes se ven alterados por la enfermedad y cómo ello afecta a la manera en la que éstos codifican las proteínas que producen. Así mismo, de qué manera las interacciones entre estas proteínas son afectadas por esa patología.
▣ De qué forma las células y tejidos también son dañados.
▣ Finalmente, cómo el paciente, de modo global, es afectado por la enfermedad objeto de análisis.
En conclusión, se trata de un estudio que parte del descubrimiento del elemento más pequeño sobre el que puede actuar una determinada patología (proteínas y genes), hasta el nivel más elevado (paciente).
Fuentes: UTAustinX: UT.4.01x Take Your Medicine - The Impact of Drug Development.
UC San Diego: Drug Discovery, Development & Commercialization.
UC San Diego: Drug Discovery, Development & Commercialization.
Tu opinión es importante
Estás invitado a enviar cualquier comentario o aportación que quieras realizar, gracias.